CONSERVADURISMO VS REVOLUCION: el par responsable de la crisis Scout.
Mucho hemos hablado sobre dos tipos de escultismo: el revisionista y el tradicional. Incluso mi puño ha corrido y hecho correr mucha sangre y tinta al respecto. Bien sabida es mi postura para quienes me han leído: revisionista.
Pero creo que toda la conversación ha estado mal ubicada. No creo que la pareja en disputa sea revisionismo VS tradicionales. Sino mas bien “conservadurismo VS revolución”.
¿Que es el conservadurismo? No únicamente la mantención y bla bla bla bla de enseñanza y apego a B.P y bla bla bla bla. Lo puede ser si, pero un revisionista muy progre desapegado de B.P y con una visión súper Freire también puede ser “conservador”. Cuando me refiero al calificativo de conservador lo hablo en relación a la sociedad, el status quo, el establishment, y el ser funcional a absolutamente todo lo antes mencionado. Las declaraciones mas conocidas de parte de los conservadores son: “se perdieron los valores”, “hay que recuperar los valores perdidos”, “educamos a los scouts en valores que la gente ha olvidado”, “la juventud esta perdida”, etc.
Entonces, ser conservador es querer conservar la sociedad hiperintegrada de personas, todos colaborando con todos, todos mas o menos amigos de todos, con valores comunes, con un sentido de solidaridad integrada. Volver a todo lo anterior que “se esta perdiendo”.
¿Qué es ser revolucionario? No tiene nada que ver con ser tradicional o revisionista. Tiene que ver con ir en contra del status quo. Tiene que ver con ir en contra de un establishment. Tiene que ver con ir en contra de sistemas democráticos injustos, que por ser democráticos no necesariamente quiere decir que sean igualitarios.
Ser revolucionario es entender que el Insignia de Madera mas avanzado con más cuentas no tiene mucha más razón o sentido de la realidad que un lobato recién ingresado. Ser revolucionario implica romper la lógica “dirigente dirigido”, “educador-educando”, “animador-animando”, romper esas lógicas porque ya no hay quien posee una verdad y quien debe recibirla. Sino que se camina en conjunto apoyándose uno en el otro para encontrar al menos un acuerdo coyuntural.
El 90% de los discursos de las asociaciones van para este lado. No hay ni un 0% que lo logre. Porque cuando se esta en la cancha, es difícil como educador desprenderse del “yo se”. Y lo que es mas difícil, aceptar que mis valores y verdades no son ni los únicos ni correctos.
Solo un 10% esta acá adentro. Son los discursos y las prácticas mas escasas, pero también las mas exitosas.
Esta discusión siempre ha estado en el seno del escultismo. Es algo así como: “¿un scout comprometido con sus ideales y su sociedad debe estar a favor o en contra de la despenalización de la marihuana?” o “¿un scout comprometido con sus ideales y su sociedad debe estar a favor o en contra del aborto?”. Antaño esta discusión era del índole de: “¿los scouts de la India deben ser fieles o no a la Reina de Inglaterra?”, “¿esta bien tomar las armas a favor de la patria?”, “y si tomo las armas, ¿a favor de quien? ¿guerrillas terroristas o militares golpistas?”.
La discusión se resume a esto: SI UN SCOUT ESTA COMROMETIDO CON SU SOCIEDAD, SI ES UN LIBRE-PENSANTE Y LIBRE-DISERNIDOR, SI QUIERE MILITAR PARA LO QUE EL CREE QUE ES UN MUNDO MEJOR, DEBE ESTAR NECESARIAMENTE PRO STATUS QUO? O PUEDE SER CONTRA STATUS QUO? Un rebelde.
Durante mi curso de 3er nivel (curso avanzado o Insignia de Madera), en la asociación a la que yo pertenezco, el Movimiento Scout del Uruguay. Que por si no la conocen tiene el discurso y pretensión de estar a la vanguardia educativa con ideas de punta. De hecho nunca adoptamos OSI porque no responde a las particularidades nacionales, y si escucharon un argumento parecido hace poco sobre las pruebas PISA de la OECD es mera coincidencia. Somos una asociación que se basa en la ideología de Freire y la educación liberadora. Pese a todo esto, durante mi 3er nivel escuche al 100% de mis compañeros de curso; formadores la mayoría, responsables distritales, de áreas nacionales y de grupo, decir cosas como: “se han perdido los valores”, “debemos educar para que los jóvenes recuperen los valores de antes”, etc. Mi respuesta fue: “son unos veteranos fachos que no entendieron ni el ABC de lo que dice el MSU”. Pero claro, nuestro MSU es de ese 90% de asociaciones que posee un discurso revolucionario y que cuando llega el momento de la cancha todos nos volvemos veteranos fascistas que imponemos nuestras verdades y nuestras visiones del mundo.
Este es el mal del escultismo. Acá radica la semilla de la enemistad. En no entender, en no acordar si se educa pro status quo o contra status quo.
Un mundo mejor no necesariamente radica en volver a los valores del honor, la solidaridad, la hiperintegracion y las verdades universales. Bienvenidos todos a la postmodernidad: era en la que los grandes relatos, las grandes verdades han caído. Ya nadie tiene el poder o la verdad simplemente por ser quien es, ya nadie se salva por el lugar donde nació, ya nadie tiene razón durante toda su vida, ya nadie esta mas acertado en algo que otro.
¿Qué nos queda por hacer? Acompañar y crecer juntos. Sin creer que nuestra verdad es mas valida que la de nuestros gurises. Y cuando me refiero a esto voy a un ejemplo muy concreto: NO PORQUE MI PIONERO FUME MARIHUANA TIENE MENOS RAZON O ES MENOS PURO QUE YO EN PENSAMIENTOS PALABRAS Y ACCIONES. Hay que caminar intentando lograr acuerdos coyunturales con fecha de vencimiento, nada más que eso podemos hacer.
Realmente espero haber abierto la puerta de un nuevo debate. Pero centrado en la raíz del asunto: CONSERVADURISMO VS REVOLUCION.
¿Yo? Yo soy revolucionario.
¿Por que? porque el caminar en la búsqueda de acuerdos coyunturales con fecha de vencimiento tiene implicancias fantásticas, con posibilidades infinitas.
Implica que en cada acuerdo las dos partes en igualdad de condiciones asumen derechos y deberes por igual. Implica que en cada acuerdo tecnologías, categorías, conocimientos y técnicas muy distintas se entrecruzan como nunca lo pensamos, pudiendo así tal vez encontrar posibilidades nunca antes pensadas. En otras palabras, poder cruzar nuestro argumento teórico mas rebuscado y formado, con el argumento mas intimo y sentimental de un scout, en igualdad de condiciones y en post de un acuerdo, abre la posibilidad de ver “la cosa” (el escultismo) desde un ángulo jamás visto.